“La acuicultura representa hoy una de las actividades productivas de mayor crecimiento a nivel mundial, experimentando tasas de expansión que superan consistentemente el 5% anual durante las últimas dos décadas. Esta industria se ha posicionado como una alternativa fundamental para satisfacer la creciente demanda global de proteína animal de alta calidad, contribuyendo actualmente con más del 50% de los productos acuáticos destinados al consumo humano directo. En el contexto iberoamericano, esta actividad trasciende su dimensión meramente económica para convertirse en una herramienta estratégica multidimensional: impulsa el desarrollo sostenible de territorios rurales y costeros, fortalece la seguridad alimentaria regional, genera empleo de calidad en comunidades tradicionalmente marginadas y contribuye significativamente a la balanza comercial de las zonas donde este tipo de actividad se desarrolla…”